lunes, 21 de diciembre de 2020

2020


Revisar la producción anual siempre es una sorpresa, aunque resulte increíble decirlo, porque ver toda la obra junta muestra cosas que no se ven de primera mano al crear.

Sin duda la principal búsqueda y estudio ha sido mi propia persona. Lejos de la vanidad que podría pensarse en una lectura inmediata, es el incesante cuestionamiento de la vida y el Dharma el que me lleva a mirarme, cuestionarme, encontrarme y afirmarme una y otra vez. No podría ser diferente en un año como este, donde he tenido el regalo del tiempo para la creación. Ahí estoy, en diferentes momentos de la vida, como un niño pequeño, como un adolescente y como el hombre que soy.

Quizá uno de los detonantes para la creación vino del gesto de Claudia Méndez, que me invitó a participar en su proyecto de arte en tiempos de pandemia Rostros de Libertad. Para el cual hice una máscara, una sesión fotográfica (más autorretratos) y una acuarela.

Otro camino que sigo recorriendo es la escritura. No sé si la cuarentena nos puso nostálgicos a todos, pero al menos esa nostalgia-reencuentro me hizo escribir un relato sobre un encuentro donde la pasión pasó por el arte. ¿Puede ser de otra manera?

Aunque el encierro limitó el contacto, hubo oportunidad de publicar otra entrevista en Siglo Nuevo y de estrenar un texto crítico en La Gualdra, de La Jornada Zacatecas.

Algo peculiar del año es que un par de obras y creaciones “desaparecieron” y me vi en la tarea de crearlas nuevamente, como el retrato de mi abuela, obra que ahora vive en Guadalajara, con dos colegas con quienes este año creamos el podcast Tres en la Luna, que tuvo una duración de 9 episodios donde hice dos de las cosas que más disfruto, charlar y reír.

Ese retrato y otro encargo fueron los responsables de ponerme nuevamente el pincel en la mano después de haber dejado la pintura por 6 años. Así añadí una obra más a la serie abstracta Color. Y creé un tríptico donde abordé el otoño a través de la pintura, con realismo y gestualidad, y la fotografía.

Por último, aunque este encierro limitó un poco la continuidad en la fotografía, realicé un par de retratos libres y otros para la serie Impermanencia e incluso publiqué a principios de año retratos que quedaron pendientes del 2019.

Así que, sí, ha sido un año dedicado a la creación y eso me hace feliz.


*Puedes acceder a cada una de las obras mencionadas dando click en las palabras resaltadas con este color.